I. Breves pinceladas sobre la perforación de pozos
Los pozos y sondeos son perforaciones que se efectúan en el subsuelo a los fines de llevar a cabo una investigación hidrogeológica o la captación de agua subterránea. A pesar de que el término perforación hace referencia a una obra y técnica de trabajo, existen diferencias entre lo que sería la perforación de pozos y la perforación de sondeos, toda vez, que la perforación de pozos está referida a una excavación de mayor diámetro, pero no de gran profundidad, caso contrario ocurre en la perforación de sondeos, que son excavaciones estrechas y con mayor profundidad.
Visto de ese modo, la elección entre efectuar una perforación de pozos o una perforación de sondeos va a depender no únicamente de las necesidades de agua y de la cantidad existente, sino de un estudio hidrogeológico, geológico y geofísico, donde se determine:
(i) La profundidad de la capa acuífera.
(ii) Los datos hidrogeológicos del terreno.
(iii) La rapidez deseada para la captación, lo que permitirá determinar el coste de la perforación, el tiempo requerido, el método, la logística y el impacto medio-ambiental.
II. ¿En qué consiste la perforación de pozos?
La perforación de pozos consiste en una obra de captación vertical a través de la cual se efectúa la explotación de la capa freática, la cual consta de una acumulación de agua subterránea que se encuentra en el subsuelo, en las aberturas o las fisuras de una roca del subsuelo, y es lo que se denomina como acuífero.
En ese sentido, a través de la perforación de pozos, el agua puede ser trasportada hasta el nivel del suelo ya sea por medio de un cubo o una bomba manual o mecanizada.
III. Fases que comprenden la construcción de un pozo
La construcción de un pozo comprende dos fases, la primera de ellas consistente en la perforación del pozo y su respectivo acondicionamiento, fase en la cual se efectúa un bombeo de agua, a los fines de determinar el caudal óptimo de aprovechamiento y el nivel dinámico, así como la calidad del agua extraída y, la segunda fase, que es la referida precisamente al equipamiento electromecánico y edificaciones auxiliares.
IV. Selección del método de perforación de pozos
Como se ha observado, la selección del método a emplearse para la perforación de pozos, está estrictamente vinculada a:
(i) La profundidad: Va a permitir interceptar el acuífero que se quiere captar, optimizando la longitud de perforación.
(ii) El diámetro de la perforación: Se encuentra directamente relacionado con la cantidad de agua que se espera obtener de la captación, teniendo en cuenta que se ha de instalar la bomba con un diámetro adecuado para que su capacidad de bombeo sea la prevista, por lo que se debe tomar en consideración el diseño a emplear en la captación hidrogeológica, en atención al diámetro del grupo de bombeo y el diámetro de la tubería de revestimiento del pozo, tanto de forma interna como externa.
(iii) La litología del terreno: Es la técnica mediante la cual se determinan las posibilidades hidrogeológicas y además se puede definir el método de perforación a emplear, tomando en consideración la perforabilidad de la roca, debido a que la litología se constituye como un indicador físico técnico que sirve para comparar la calidad de las rocas en cuanto a la penetración durante la perforación, por su resistencia mecánica, dureza, fracturación, carstificación, coherencia, etc. También se podrá definir la profundidad de perforación, el caudal de explotación, la profundidad del nivel dinámico y la calidad del agua esperada.
(iv) Coste: El coste para la perforación de pozos varía en función de la geografía del lugar, de la técnica utilizada, del volumen de agua diario, de la zona que se trate, del coste de la mano de obra y del empleo o no con de una bomba para la extracción.
Debe constituirse la litología y la profundidad ya que son dos factores de suma importancia para la perforación de pozos, precisamente por su incidencia en el proceso de selección del sistema de perforación, toda vez que, si los mismos no están suficientemente definidos será necesario efectuar sondeos previos de investigación hidrogeológica.
V. Métodos a emplear para la perforación de pozos
Los métodos a emplear para la perforación de pozos radican precisamente en las propias operaciones de profundización del subsuelo, atendiendo a su clasificación sistemática que permite considerar si el terreno que se perfora es extraído a la superficie de manera continua o de forma discontinua. De esta forma los métodos de perforación de pozos, se dividen en dos grandes grupos:
(i) Métodos continuos.
Dentro de los métodos continuos encontramos la rotación con circulación directa y con circulación inversa de acuerdo al sentido de circulación del fluido auxiliar empleado y la rotopercusión.
a) La Rotación: El sistema de perforación a rotación, tanto a circulación directa como a circulación inversa, se basa en la aplicación desde la superficie, de un movimiento de rotación y un empuje proporcionado por las barras de carga, que se denomina tricono y que está situado en el fondo del sondeo para conseguir fracturar la roca.
A través del método de perforación a circulación inversa se obtienen ciertas ventajas comparativas respecto de la circulación directa, a saber: Permite perforar con un mayor diámetro sin el empleo de lodos bentónicos; Las muestras que se obtienen del terreno son más específicas, toda vez que, al ser la velocidad ascensional más elevada existe una diferencia de tiempo menor entre el momento de la perforación y su ascenso a superficie; Las paredes del sondeo sufren una menor erosión pues las partículas son extraídas por el interior del varillaje; Genera menor coste energético en virtud de que la potencia a emplear es inferior.
b) Rotopercusión: El método de rotopercusión neumática con martillo en fondo es el sistema de perforación más moderno de todos los que se emplean en la perforación de sondeos para captación de aguas subterráneas. Este método consiste básicamente en que el aire suministrado por un compresor circula por dentro del varillaje de perforación y acciona el martillo neumático situado en el fondo del sondeo y ese mismo aire es utilizado para la extracción del material suelto o sedimento de rocas, mientras la sarta de perforación gira lentamente mediante la aplicación en superficie de un movimiento de rotación y un empuje. La función del aire en la perforación a rotopercusión es la de accionar el martillo en fondo, enfriar y limpiar la boca de perforación y conducir el detritus o material suelto o sedimento de rocas al exterior.
Al igual que el método de rotación, estamos en presencia de un método que contempla dos modalidades (directa e inversa). No obstante, a diferencia del método de rotación, ambas modalidades pueden ser empleadas para la perforación de captaciones de agua subterránea.
(ii) Métodos discontinuos.
El método discontinuo por excelencia es la percusión, siendo éste el método de perforación más antiguo, consistente en un trépano (masa metálica de gran peso) colgado de un cable que golpea sucesivamente el fondo del pozo a perforar al comunicar al cable un movimiento alternativo mediante un balancín que es accionado por una excéntrica que se mueve a su vez mediante un motor de explosión. Este tipo de máquinas de percusión por lo general suelen ir montadas sobre un camión.
En virtud de que se trata de un método de perforación discontinuo, una vez que se ha perforado un cierto espacio de sondeo es necesario extraer los fragmentos removidos del terreno para que el taladro golpee de nuevo sobre la superficie de roca sana. En ese sentido, es necesario extraer la barrena del fondo e introducir una campana o cuchara que, mediante un mecanismo de válvula situado en su parte inferior y aplicándole un movimiento alternativo con la polea, se vaya llenando de los residuos del terreno y los extraiga a la superficie hasta que el pozo quede limpio y se introduzca otra vez en el mismo el trépano de perforación, repitiendo sucesivamente la operación para profundizar el sondeo.
Visto lo anterior, una vez seleccionado el método de perforación de pozos, más idóneo y tomando en consideración las características geométricas en cuanto a su profundidad y diámetro, se podrá obtener una estimación de las capacidades requeridas de los equipos de perforación y elementos auxiliares.
VI. Tipos de pozos
Sobre la base de los métodos y las técnicas empleadas para la perforación de pozos, existen los siguientes tipos de pozos:
(i) Pozos excavados: son elaborados a través del empleo de pico y pala, por lo que se requiere que el suelo esté suave y la capa freática no sea demasiado profunda. Este tipo de pozos son poco profundos, por lo que el riesgo de contaminación es mucho mayor al igual que la desecación, en comparación con otros pozos.
(ii) Pozos hincados: Su elaboración es a través de deformaciones efectuadas empleando movimientos de oscilación vertical de un tubo perforado con el extremo puntiagudo y de pequeño diámetro. En este caso se observan técnicas de perforación por batido, por inyección de agua y por rozado.
(iii) Pozos aforados: Son aquellos excavados por el método de percusión. Pudiendo ser, además, elaborados a través de técnicas como la perforación con ahoyadora, perforación por percusión, perforación por inyección o lanzamiento de agua, perforación mediante eliminación de lodos, utilizando medios motorizados ligeros (martilleo en el fondo del orificio, perforación rotativa) o a través de mecanismos pesados de perforación.