El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), ha anulado la segunda aprobación inicial del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de La Fueva (Huesca), por el que se bloqueaba la instalación de tres plantas solares en el valle. La sentencia supone un jarro de agua fría para el Ayuntamiento, que buscaba impedir la ejecución de las instalaciones tras las protestas vecinales.
La sentencia del TSJA no da lugar a equívocos y anula la segunda aprobación inicial del Plan General de Ordenación Urbana, que pretendía impedir la instalación de las plantas solares, y que se califica como “un auténtico fraude de ley”. Además, señala que el Ayuntamiento ha violentado las normas del procedimiento “para recuperar una facultad, la de suspensión de licencias”.
El interés por la instalación de las tres plantas solares, que ocuparían 184 hectáreas del valle y sumarian casi 150 megavatios, se ha prolongado en el tiempo. El primer documento del Plan General de Ordenación Urbana, se aprobó en 2011 y diez años después se retomó la tramitación, aunque con el interés de impedir la ejecución de las instalaciones tras la presión vecinal.
Sentencia del TSJA
Ahora, el TSJA estima el recurso interpuesto por las tres promotoras de las instalaciones fotovoltaicas, Clere Ibérica 2 (de capital alemán), Solarwind Power Spain (de capital italiano) y Ride With Us (de capital español) contra el acuerdo logrado en el pleno del 7 de junio de 2021.
En el pleno del Consistorio, se aprobó inicialmente el segundo documento del PGOU, donde se recogía la prohibición de instalar plantas solares de más de seis hectáreas de superficie, lo que provocó que se suspendieran cautelarmente la concesión de las licencias hasta su aprobación definitiva.
La sentencia del TSJA impone las costas al Ayuntamiento y a los dos vecinos contrarios a las plantas solares que se personaron en el proceso, con una cuantía que no podrá exceder de los 1.500 euros. En este sentido, la sentencia del TSJA, también insta al Consistorio a la aprobación provisional del PGOU o empezar de cero la tramitación de un nuevo Plan General.
Próximamente se dará a conocer si el Ayuntamiento presenta un recurso de casación ante el Supremo con el fin de seguir adelante con sus planes de desarrollo y solicitar las preceptivas licencias de obras. En cualquier caso, se da la circunstancia de que dos de los parques todavía tienen pendiente superar la declaración de impacto ambiental del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA), que exigió una tramitación ordinaria y no simplificada, mientras que el tercero de los parques afecta a dos autonomías y, por tanto, es de tramitación estatal.
Para Ramón Laplana, Alcalde de La Fueva, “la sentencia pisotea la autonomía municipal”, y apunta como objetivo del PGOU “terminar el mandato con el nuevo PGOU aprobado y regulando todas las actividades del municipio”.
Relevancia de la sentencia
Por su parte, las promotoras de las instalaciones fotovoltaicas, han manifestado su satisfacción con la sentencia del TSJA, aludiendo a su relevancia, dado que los municipios de Jaca y Sabiñánigo han visto suspendida la modificación de sus planes generales para bloquear las plantas solares. La Comisión Provincial de Urbanismo de Huesca, tomó esta decisión recientemente, ante las deficiencias en su tramitación, con especial interés en las incoherencias relativas a la normativa. También se constante que faltan informes preceptivos, se incurre en errores numéricos y se han presentado planos sin firmar.
La moratoria en la concesión de licencias, sin embargo, se mantiene durante los tres meses que se ha dado de plazo de plazo a la Administración para subsanar estas deficiencias y así lograr la aprobación definitiva que desean.
Por su parte, una representación de vecinos de La Fueva se ha concentrado en Tierrantona tras la noticia de la sentencia del TSJA. En su día, las empresas promotoras de las instalaciones fotovoltaicas presentaron la propuesta de reducir de 185 a 85 hectáreas la extensión de los parques, una modificación que no convenció a la Plataforma “La Fuerva no se mueve”, ante el miedo de que en un futuro pudieran ser ampliadas las hectáreas destinadas a tal fin.